Las inyecciones de ácido hialurónico son una de las técnicas más populares en la medicina estética. La exposición al sol, la dieta, factores genéticos, la gravedad, hacen perder tonicidad al rostro y contribuyen al desarrollo de arrugas.
La piel comprende dos estratos llamados epidermis y dermis. La epidermis, el estrato más superficial de los dos, actúa como defensa primaria de los agentes externos. La dermis, capa más interna, se compone sobretodo de tejido conectivo que actúa como red de sostén. La mayor parte de las arrugas faciales y los surcos se forman en la dermis.
Causa de las arrugas
En el interior del tejido conectivo de la dermis, las fibras de elastina y de colágeno forman una red que aporta estructura a la piel, soporte y elasticidad. Además las células y otras moléculas como el ácido hialurónico, contribuyen a generar el volumen de la piel. Con el tiempo, esta red de fibras se rompe y descuelga y las moléculas de ácido hialurónico y de células grasas se vacían; el resultado es la formación de arrugas, surcos y otros cambios faciales. El tratamiento puede rellenar arrugas o cicatrices, redefinir el perfil de los labios o darles volumen, corregir la deshidratación y la pérdida de grasa bajo la piel. Con un breve y sencillo tratamiento, de resultados casi inmediatos, los rellenos inyectables ofrecen un método seguro y efectivo para restituir un aspecto fresco y juvenil a la cara.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es una compleja molécula que constituye uno de los componentes fundamentales del tejido de la piel y los cartílagos. Similar a una esponja, su función primaria es la de ligar y absorber las moléculas de agua que dan volumen a la cara. Los rellenos de ácido hialurónico son uno de los tratamientos más difundidos porque sustituyen al natural ácido hialurónico de la piel que se ha ido desgastando con la edad.
Preparación para el tratamiento con ácido hialurónico
La duración del procedimiento va a depender principalmente del número de áreas a tratar y puede ir de 15 a 60 minutos. Antes de iniciar se desinfecta cuidadosamente la zona de aplicación. A criterio del médico y en función del área facial que se vaya a tratar, se aplicará un anestésico tópico (sobre la piel) o mediante infiltración inyectable (similar a la que aplica un dentista). Será necesario esperar entre 5 y 20 min. para que haga su efecto.
Procedimiento
Usando una aguja ultra fina (similar a la de insulina), el ácido hialurónico se inyecta a lo largo de toda la zona a tratar; se irá masajeando suavemente la zona para su correcta adaptación al tejido. La pericia del médico es importante en este punto para lograr la máxima corrección de la arruga. Si se ha aplicado infiltración de anestesia no se sentirá ninguna molestia. En el caso del anestésico tópico, se sentirá un ligero pinchazo. Una vez inyectado, el ác. hialurónico, atrae y liga las moléculas de agua, aumentando el volumen bajo la piel, restableciendo una apariencia más lisa y juvenil.
Recuperación
Resultados
Una vez inyectado, el producto será progresivamente metabolizado por el organismo (absorbido y eliminado) con tiempos variables según la zona tratada y el tipo de preparado empleado. La media de duración de los resultados gira en torno a 6 a 12 meses; resultados que se prolongarán en el tiempo si se aplican retoques periódicos a indicación y criterio médico.
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